Armando José se convirtió en la segunda víctima por gusano barrenador en Honduras en medio de denuncias por supuesta negligencia. Exviceministro rechaza señalamiento de que lo mandaron a bañarse a un río; sostiene que padecía una situación de abandono
Teupasenti, El Paraíso.- A Claudia le duele no haberse despedido por última vez de su hermano Armando José, un paciente psiquiátrico conocido como “Chico” en su comunidad. No fue porque no quiso. Cuando murió el 13 de abril a causa del Gusano Barrenador del Ganado (GBG), él se encontraba en una sala del Hospital Escuela, a más de 100 kilómetros de distancia, en la capital de Honduras. De la tristeza pasaron a la indignación.
Su estado de salud había empeorado. Lo más sensato era sacarlo de su humilde vivienda, como decidió otro de sus hermanos, y trasladarlo a un centro asistencial como finalmente hicieron sus sobrinos. Viven en un municipio de 50 mil personas en el oriente del país centroamericano. Su caso llamó la atención a nivel nacional cuando se convirtió en el segundo fallecido en toda Honduras por gusano barrenador. Tenía 47 años. Era un paciente psiquiátrico, solía deambular en las calles, pero siempre regresaba a casa.
Una mosca puso huevecillos en su oído. Días después se le empezó a hinchar la cabeza y presentaba dolores fuertes y fiebre. Estaba desesperado. Sus familiares se mostraron sorprendidos cuando supieron que, detrás del fallecimiento, había una infección provocada por la mosca Cochliomyia Hominivorax, el nombre científico de Gusano Barrenador del Ganado. Proviene del latín que significa “devoradora de hombres” en castellano.
“No lo miramos, nos pidieron que no lo destapáramos, no es fácil, yo no lo volví a mirar"
_ Claudia
La historia de Armando José forma parte de un grupo de cuatro relatos en Honduras sobre el impacto de la enfermedad, realizado por El Heraldo en el marco de una iniciativa colaborativa con el diario salvadoreño Mala Yerba para contar el impacto del gusano barrenador en la región.
Los familiares denunciaron a las autoridades de salud que trataron al fallecido en primera instancia. Según Claudia, a su hermano lo llevaron el 5 de abril al Centro Integral de Salud (CIS), pero para poder examinarlo "lo mandaron a lavarse al río que está en la entrada del pueblo para limpiarlo bien, luego sacarle los gusanos, no nos dijeron nada allí, ni (nos dieron) un papel", dice enojada.
El exviceministro, Nery Cerrato, procede de ese municipio y colabora atendiendo casos de emergencia de personas adultas, debido a la escasez de médicos generales en el país. Sobre el caso, el médico argumentó que “el paciente había estado en la intemperie. Lo presentaron los familiares y se les pidió que lo bañaran y cambiaran sus ropas. Regresaron rápido pero desconozco dónde lo asearon los familiares”.
Una fuente médica agregó que en ciertos lugares del país los doctores desconocen o temen atender a las personas afectadas por el gusano barrenador.
El CIS es un centro de atención primaria de salud, donde los pacientes solo tienen acceso a tratamientos de afecciones médicas comunes y atención preventiva, como la inmunización y la detección. En el lugar, se encontraban las enfermeras y Cerrato, cuya especialidad es la pediatría.
La Unidad de Vigilancia de la Región Departamental de Salud El Paraíso reportó que Armando José estuvo seis días hospitalizado antes de fallecer. El 5 de abril fue llevado al centro de salud, luego lo trasladaron el 7 de abril al Hospital Escuela, donde se le diagnosticó la enfermedad el 10 de abril y falleció el día 13.
“Yo pensé que el paciente iba a mejorar; incluso, estuvimos platicando con él y él me dijo, ‘ya me siento mejor. Incluso se alimentó porque tenía mucha hambre’”
— Nery Cerrato
Exviceministro de Salud
En Teupasenti, El Paraíso, un pueblo donde la población vive de la producción de café, ya reportan una muerte por gusano barrenador en humanos. El ganado también se ve afectado. Foto: Emilio Flores
Cerrato recalcó que era un paciente que recibía tratamiento psiquiátrico, pero que su estado de salud había empeorado, porque a la familia se le había escapado al menos tres días antes de atenderlo. La familia confirmó que no habían tenido noticias de Armando José durante esos días, pero cuando regresó no le notaron nada raro.
Debido a eso, el médico justificó que el paciente llegó en condiciones aparentes de “completo abandono” y hasta deshidratado. “Venía con evidencia de haber sufrido lesiones en el pabellón auricular derecho, es decir, a la altura de la oreja, y en el rostro, como que también había sido agredido", afirmó.
En el diagnóstico físico se estableció que había tenido lesiones en el pectoral y todo lo empeoraba una miasis (no se mencionó que por gusano barrenador), porque iba cargado de larvas, “lo atendimos, lo estabilizamos y extrajimos un centenar de larvas”, aseguró.
El personal de salud del CIS trató el caso con ivermectina. Según el médico, lo despachó a su casa y lo citó para el lunes, que era el día hábil de trabajo en el centro de salud, porque el día que llegó era viernes 5 de abril —en Honduras los centros de salud solo atienden a los pacientes de lunes a viernes— . No obstante, la familia lo trasladó el fin de semana al Hospital Escuela de Tegucigalpa, donde falleció el 13 de abril.
Al ser consultado sobre por qué al tener todavía gusanos en su cuerpo decidieron darle tratamiento ambulatorio y no remitir al Hospital Escuela, ubicado en la capital, a más de dos horas de distancia, Cerrato justificó que “yo pensé que el paciente iba a mejorar; incluso, estuvimos platicando con él y él me dijo, ‘ya me siento mejor’. Incluso se alimentó porque tenía mucha hambre”.
Esa es la razón por la que el médico consideró que se podía manejar en casa, bajo vigilancia. “Lo que no sabemos es qué fue lo que pasó, qué lo descompensó, qué fue lo que ocurrió entre el día viernes y el lunes, que fue cuando lo llevaron al Hospital Escuela, y no sabemos también si hubo alguna complicación dentro del hospital”.
En el Hospital Escuela no dieron más detalles, solo informaron que el paciente tenía una miasis avanzada, porque, en todas las muertes reportadas la situación común es una “atención hospitalaria tardía”, porque los familiares buscan atención médica hasta que observan que la persona tiene larvas, consideró el epidemiólogo de ese centro asistencial, Concepción Zúniga.
En los centros de salud la atención es básica y solo atienden de lunes a viernes de 6:00 de la mañana a 4:00 de la tarde; si las personas afectadas necesitan un especialista deben ir al hospital regional, aunque casi siempre los remiten al Hospital Escuela en la capital.
La enfermedad ya deja 192 personas afectadas y cuatro decesos en toda Honduras. En Centroamérica se reportan alrededor de 700 casos.
Cerrato confesó que, cuando revisó a Armando José pensó, en aquel momento, “que era una miasis cavitaria masiva, (las larvas se alimentan del tejido muerto, mientras que la miasis por gusano barrenador se alimentan de tejido vivo) porque no teníamos los elementos como para determinar el origen de esta larva".
Para el epidemiólogo Manuel Sierra, la miasis cavitaria puede generar complicaciones al igual que la miasis por gusano barrenador, todo depende de “la intensidad de la infección y del lugar donde estén (las larvas)” y el número de gusanos.
El pediatra, por su parte, afirmó que una muerte por esta enfermedad es evitable y, en este caso, no se hubiera dado si la familia o el paciente hubiese llegado a tiempo a buscar asistencia médica y si hubieran seguido las indicaciones, porque se le dio el tratamiento adecuado.
No obstante, la familia dijo que solo pasaron tres días desde que notaron que Armando José presentaba síntomas. Luego de recibir tratamiento ambulatorio pasaron dos días más, hasta que 7 fue ingresado al Hospital Escuela donde falleció el 13 de abril.
De acuerdo con el epidemiólogo Zúniga, existen tres tipos de larva: estadío uno, dos y tres, pero “la mayoría (de pacientes) están viniendo cuando tiene larva de estadío tres, el último para que se pueda convertir en pupa (el cuerpo del insecto se reorganiza para convertirse en mosca)”.
La familia de Armando José vive en Teupasenti, un municipio donde habitan casi 50 mil personas, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Vive en una comunidad llena de cafetales. Foto: Emilio Flores
Osiris Barahona, técnico Unidad de Vigilancia de la Región Departamental de Salud El Paraíso, expresó que en Teupasenti se reportó que el paciente presentó la infección de gusano barrenador en su cuerpo a grandes cantidades.
Según su versión, debido a la gravedad de la enfermedad, fue referido a un establecimiento de atención superior, donde lamentablemente falleció, pero además en todo el departamento ya reportan al menos seis pacientes con miasis. Las versiones son contradictorias. Mientras los familiares denuncian hermetismo y negligencia, el personal de salud argumentó que acuden de forma tardía a los centros asistenciales.
Un especial periodístico de El Heraldo, Mala Yerba y La Astilla en el marco del programa Acción Climática, financiado por la SIP y la Unesco
Periodistas
Angelo Ávila
Yony Bustillo
Haydi Carrasco
Edición
Octavio Enríquez
Fotografías
Emilio Flores
Diseño y desarrollo web
Mario Sánchez
Video
Nicolle Ramos
Javier Juárez
Rodiney Cerrato
Los nombres de varios periodistas se reservan por motivos de seguridad.
© 2025 Todos los derechos reservados